26/7/17

Manifestando lo íntimo

El siguiente texto parte de la siguiente premisa: la intimidad indica que existe “un dentro” que sólo conoce el individuo, pero que se puede expresar.

La intimidad no sólo es el “archivo” de lo que hemos pensado o experimentado, sino que es un “taller” donde diseñamos y fabricamos nuestros deseos, planes y proyectos. Pero eso sólo lo conoce cada uno. Yo conozco mi intimidad. Tú conoces la tuya. Y precisamente lo privado, lo íntimo es lo que nos hace diferentes. Ninguna intimidad es igual a otra. ¡Cada persona es única e irrepetible! Esta pequeña frase tiene unas serias y profundas implicaciones éticas en la cuestión del respeto, cuidado y promoción de la vida humana. No hay que olvidarlo.

La manifestación más inmediata de la intimidad de la persona es su cuerpo. Metafísicamente, el cuerpo es la condición de posibilidad de manifestación humana. El cuerpo nos diferencia de los otros: cada uno tiene un tono particular de piel, color y tamaño de ojos, rostro, complexión y estatura, huella digital, entre otros aspectos.

La manifestación segunda de la intimidad es el nombre (que incluye el apellido), el cual es recibido después del nacimiento y nos identifica como una persona, hijo de tal padre y de tal madre; individuo distinto a los miembros de su familia y sociedad.

Además de estas dos manifestaciones, que en cierto modo son independientes a nuestro gusto, existen otras: las acciones expresivas como el lenguaje no verbal, el lenguaje verbal, el vestido y la cultura.

El lenguaje no verbal (de gestos) transmite bastante información. Aquel que comprende ese lenguaje no necesita de palabras para entender que el otro está triste, enojado, feliz o asustado. Tampoco necesita hablar para demostrar su apoyo o desaprobación al otro, pues basta con una mirada, un guiño, una palmada, una caricia.

Sin embargo, para precisar este lenguaje y ampliar los significados, usamos el lenguaje verbal: la palabra. Al hablar y escribir, hago público mi pensamiento y así puede ser comprendido más claramente por los demás. El ser humano, por su naturaleza social, necesita dialogar. No sólo sentarse a hablar, sino estar dispuesto a escuchar y cambiar de opinión. Precisamente la falta de diálogo ocasiona y empeora las discordias, y si los problemas no se resuelven con diálogo, se recurrirá a la violencia.

El vestido, además de proteger de las inclemencias del clima, es una forma de expresión e identificación. La personalidad y el grupo al que se pertenece se reflejan en el modo de vestir. La cultura, incluye lo anterior y muchas más cosas, como las costumbre, tradiciones, gastronomía, idioma, religión, juegos… La cultura es la manifestación de la persona en sociedad.

De este modo, concluyo que la intimidad, a pesar de ser algo que sólo uno conoce, se puede manifestar a través de múltiples maneras. A partir de la comprensión del concepto de la intimidad como una característica fundamental de la persona humana, se puede acceder a muchos y diversos campos de la vida humana. Además, se pueden comprender las numerosas implicaciones que tiene cada una de las anteriores manifestaciones, que en publicaciones ulteriores se expondrán.

Fuente: "Fundamentos de Antropología Filosófica” de R. Yepes Stork e ideas personales.

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