¡Voto digno!

El voto digno es aquel que dice ¡BASTA YA! ¡Ya no más de lo mismo! La dignidad es el elemento clave. “No se trata de cambiar de AMO, sino de dejar de ser esclavos”. La solución nunca vendrá del gobierno, partidos o políticos pues ellos SON EL PROBLEMA. El sistema político en su totalidad es el que está podrido.

En México, el PRIANRD está en todos lados, todos los candidatos han brincado de un lado a otro, también los independientes. Los partidos son los que nos han partido. Toda su vida han vivido de nuestro dinero, disfrazándose de un color y de otro. Todos están buscando hueso. ¿Quién hizo algo en contra de la reforma energética? ¿en contra del gasolinazo? ¿en contra de las humillaciones de Trump? ¿en contra de la Ley de Seguridad Interior?

¡No hay ninguno candidato que valga la pena! ¡Son los mismos con las mismas! Basta ver sus acciones y sus equipos de trabajo.

Las preguntas sabias en este momento son:

¿Mi voto alimenta y da respiración artificial a un sistema caduco y podrido?

¿Votando me convierto en aval de sus saqueos, despilfarro y engaños?

¿Al votar estoy participando de la farsa, las promesas que nunca se han cumplido y volviendo a ser ingenuo de creer en los mismos de siempre?

¿Al votar doy permiso para la amnistía, el perdón, la impunidad y que nadie pague por los delitos cometidos contra nuestro México y mi familia?

Dudo que Zapata, Villa, Madero estuvieran preguntando por quién votar, en medio de una tierra que GRITA: JUSTICIA, LIBERTAD, ¡BASTA DE INSEGURIDAD!, ¡BASTA DE CORRUPCIÓN!, ¡BASTA DE IMPUNIDAD!

El asunto es de DIGNIDAD. ¿Votaríamos por estas mafias?

¿Vale la pena votar por el menos peor? ¿Por AMLO o Anaya? ¿Tú que opinas?

Sin duda se requiere un cambio profundo en el sistema político mexicano, en donde los ciudadanos tomen su papel de mandantes constitucionales y exijan a sus empleados cumplir los mandatos del pueblo, expresados en la Constitución. ¡Más que poner un voto cada 3 o 6 años, se debe asumir el reto de participar políticamente cada día!

Pero, esto no significa eliminar la representatividad que da el proceso electoral. Debemos aceptar que el 1° de julio de 2018 alguien va a resultar electo según lo manda la Constitución. Desde ahora hay que irnos uniendo y organizando como ciudadanos para exigirle al empleado que llegue a Los Pinos.

(Esto fue una réplica y comentario personal al llamado del Congreso Nacional Ciudadano por el voto digno. https://congresonacionalciudadano.wordpress.com/2018/03/04/mas-de-lo-mismo-hacia-el-voto-digno)