Nuestro país ha luchado por décadas para tener un mejor desarrollo educativo. Pero con el paso del tiempo la situación no ha cambiado. Del Presupuesto de Egresos de la Federación al sector educativo se le destinan muchos millones de pesos mexicanos. Pero, esto no significa que la educación impartida sea de calidad, ya que la posición conseguida durante las pruebas mundiales es muy baja.
Es una pena ver los resultados bajos obtenidos compitiendo contra otras naciones, sin embargo la Historia nos revela que han existido mexicanos capaces y destacados que ahora cuentan con fama internacional.
Pero, entonces ¿Qué está fallando en el sistema educativo del México actual?
Y lo más importante ¿Cómo podemos mejorarlo?
Las fallas no son de una persona únicamente. El problema lo creamos todos: alumnos, profesores, instituciones educativas, padres de familia y el gobierno. Además la pobreza y la inequidad empeoran la situación.
El gobierno acapara los impuestos y los reparte de una forma desigual; haciéndose presente un PROBLEMA común en la vida política mexicana: LA CORRUPCIÓN, que es un mal sistemático y estructural que mantienen las organizaciones.
El ambiente familiar influye muchísimo en los alumnos. Pero los padres de familia no han entendido eso, ya que se han desligado del proceso formativo y educativo de sus hijos. Dejando todo en manos de la escuela.
Los institutos educativos ya sean públicos o privados, al tener asegurada la gran demanda, son incompetentes, no exigen a su personal y a los docentes.
Muchos profesores no asisten a la escuela, no llegan a tiempo y tienen carencias colosales en su desarrollo profesional. Además se usan a los maestros como plataformas políticas que se mueven según los intereses de las asociaciones a las que pertenecen.
Con todas las causas anteriores, el problema concluye con los alumnos, nosotros no asumimos nuestra responsabilidad y no queremos estudiar, asistimos a la escuela para estar un rato con los “amigos” y “amigas”, para echar relajo y “pasársela a gusto”. Trayendo consecuencias fatales pues los alumnos no hacemos las tareas y trabajos, ni siquiera le ponemos atención al profesor. Al llegar las evaluaciones, damos un mínimo esfuerzo, el necesario para poder “pasar de panzazo” y los maestros escriben una calificación aprobatoria sin que los estudiantes sepan los conocimientos básicos.
Para finalizar mi discurso expresaré mis propuestas. Pero es necesario aclarar que el cambio no será de un día para otro, ya que la transformación en compleja, pero no imposible; con un esfuerzo constante, y una visión a largo plazo se puede lograr. No hay que desanimarnos.
PROPUESTAS PARA EL GOBIERNO:
1. Poner en primer lugar a las escuelas mexicanas y a sus estudiantes para poder realizar las reformas educativas.
2. Profesionalizar la selección, contratación y evaluación de maestros.
3. Garantizar el financiamiento de todas las escuelas.
4. Otorgar incentivos y estímulos a profesores y alumnos de alto rendimiento.
PROPUESTAS PARA LOS PADRES DE FAMILIA:
1. Reflexionar que son los primeros responsables de la educación de sus hijos y por eso, es necesario de que se involucren en el proceso formativo de ellos.
2. Saber que el nivel educativo no es el número de la calificación obtenida.
PROPUESTAS PARA LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS:
1. Formar adecuadamente a los directores, exigir a los maestros y al personal.
2. Construir liderazgo instruccional entre las escuelas. Las que tienen buenas prácticas deben compartirlas con las escuelas con una capacidad limitada.
3. Invertir en la creación y mejora de la infraestructura escolar.
PROPUESTAS PARA LOS DOCENTES:
1. Reflexionar que son el principal ejemplo para los alumnos.
2. Educar en la búsqueda de la verdad, la libertad para promover la paz.
3. Enfocar sus acciones las necesidades de los estudiantes y de la sociedad.
PROPUESTAS PARA LOS ALUMNOS:
1. Recapacitar que somos los primeros y principales artífices de la educación.
“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el maravilloso mundo del saber”. Albert Einstein, científico alemán.
2. Valorar la escuela como un centro para adquirir conocimientos y un lugar para fortificar la convivencia sana.
3. Considerar que si queremos que la situación de nuestro país cambie, tenemos que ponerle empeño en poner atención en la clase, preguntar a los profesores cuando haya dudas, cumplir con los trabajos, proyectos y tareas requeridas y en las evaluaciones hacer nuestro máximo esfuerzo.
4. Dar un buen uso a la tecnología, usándola como un medio y no como un fin.
Con todo lo expuesto anteriormente, espero que los haya convencido de que realmente debemos empezar a cambiar, porque la situación educativa en nuestro país es deplorable.
¡POR UN MÉXICO CON EDUCACIÓN DE CALIDAD! ¡EMPECEMOS A CAMBIAR!
